Sin lugar a dudas la cirugía robótica  representa un futuro inminente en el arte de curar con las manos.  Es necesario que las nuevas generaciones de cirujanos se formen con un conocimiento amplio en las tecnologías de mínimo acceso que permiten una menor manipulación de estructuras vitales, un tiempo relativamente corto de recuperación y una disminución considerable de complicaciones postoperatorias. Sin embargo la cirugía convencional constituye la herramienta fundamental para el cirujano que, ante la falta de recursos, asume la responsabilidad de salvar la vida del paciente con lo único en lo que realmente confía: sus manos.